UTUADO, PUERTO RICO — El sol de la tarde dibuja sombras en los carriles rojizos de la pista atlética donde niños, niñas, jóvenes y personas adultas buscan ejercitarse. Sus risas y camaradería evidencian su complicidad. Se trata de un grupo heterogéneo de personas entre los 6 y 35 años, donde las diferencias unen. El chirrido del silbato anuncia el inicio del entrenamiento y comienza la acción. Emely Colón dirige los ejercicios. Sonríe al observar a su conjunto. Son 26. Hay quienes llegan buscando formarse en atletismo y quienes lo hacen por recreación. La mayoría son personas con discapacidad intelectual o física inspiradas por las figuras de Yaimillie Díaz y Jeriel López, únicos paratletas de alto rendimiento en Utuado que compiten a nivel internacional. “Aquí nadie tiene límites. El que se lo proponga, nosotros le vamos a ayudar”, dice Colón.
Deportistas con discapacidad en Puerto Rico se abren paso en entornos donde no siempre existe la oportunidad de desarrollo y competencia equitativa. Es por esto que madres como Colón y Milauri Vélez, ambas con hijos paradeportistas, unieron voluntades para impulsar que niños, niñas y jóvenes con discapacidades físicas e intelectuales practiquen deportes como una herramienta de superación y crecimiento. Hoy, crean espacios competitivos para que estas personas brillen en las pistas de atletismo y en las canchas de tenis de mesa. Pero todo empezó en el círculo interno de sus familias.
“He sido entrenadora de voleibol por 15 años y también de sóftbol”, dice Colón, quien tiene formación universitaria como maestra de educación física, profesión que ejerce hace 23 años.
Díaz, su hija de 19 años, tenía 3 cuando sufrió un accidente doméstico que llevó a la amputación parcial de su pierna derecha. Eso fue lo que inspiró a Colón a iniciarse como entrenadora de deportistas con discapacidades físicas e intelectuales. Tomó cursos sobre nutrición y paralimpismo, y obtuvo una licencia en atletismo del Departamento de Recreación y Deportes de Puerto Rico, la agencia gubernamental encargada de promover la recreación y los deportes. “Me enamoré del movimiento paralímpico”, dice Colón.
Ha viajado como entrenadora a varios Juegos Parapanamericanos y Grand Prix, competencias internacionales aprobadas por la World Para Athletics alrededor del mundo. Ejerce también una función directiva entre entrenadores de la Federación de Para-Atletismo de Puerto Rico, una de las ocho federaciones que aglutina el Comité Paralímpico de Puerto Rico (COPAPUR), organismo rector del deporte paralímpico de alto rendimiento.
Colón compagina su vida personal con el entrenamiento deportivo que ofrece a diario en la Pista Atlética Wilfreddie Quintana Heredia. Hace dos años que el Club de Atletismo Adaptado es un espacio inclusivo para atletas de educación física adaptada y de alto rendimiento. “El grupo se fue conformando de acuerdo con las necesidades particulares de cada uno de los atletas. Una vez los padres conocieron este proyecto, se comprometieron con mi Club de Atletismo Adaptado”, dice Colón.
Roberto Montalvo, de 35 años, y Arianna Sophia Soto, de 16, son parte del grupo de deporte adaptado. Afirman haber encontrado allí a una gran familia. “En algún momento no pude llegar [a la pista] y ella [Colón] fue a entrenarme cerca de mi casa”, dice Soto, quien usa una prótesis de pierna y se inició en el atletismo adaptado con Colón.
“En mi tiempo libre me gusta pasear en familia, pero por lo general estoy ocupada en entrenamientos con los paratletas”, dice Colón. Su día comienza con un desayuno preparado por su esposo y continúa en ruta a una escuela donde enseña a sus estudiantes sobre la mecánica del deporte. En las tardes, brinda tutorías en destrezas de educación física y, al salir, reúne a su Club de Atletismo Adaptado. “Los estimulo hablándoles en positivo, de todo lo que pueden lograr en el deporte. Llevo las rutinas preparadas, no invento”, dice en referencia a que no las improvisa. “Siempre llegan a la práctica contentos y con deseos de superarse”.
En 2021, Colón vio potencialidad en el paratletismo en López, un joven deportista de 16 años con discapacidad motora en su lado derecho como consecuencia de un derrame cerebral en su nacimiento. Lo invitó a la pista y, tras evaluarlo, introdujo a Vélez, la madre del joven, en el paralimpismo. Eso las unió.
El vínculo de Vélez con el deporte le llega a través de sus retoños. Es madre de tres tenimesistas, entre ellos López. El inicio de su hijo en el movimiento paralímpico a través de Colón le abrió las puertas a otra disciplina deportiva como el atletismo. “Desde que era pequeño buscamos un foro donde pudiera jugar como paralímpico”, dice Vélez.
Vélez viajó en 2018 con su hijo a un torneo en Texas, en Estados Unidos, donde logró que fuese clasificado como tenimesista paralímpico para poder competir nacional e internacionalmente con pares. En Puerto Rico, no hay clasificadores de tenimesistas paralímpicos ni un espacio para competir como paralímpico en ese deporte. Por esa razón, Vélez se enfrascó en la tarea de crearlo.
Así nació de su mano la Federación Paralímpica de Tenis de Mesa de Puerto Rico. Se fundó oficialmente en 2023. Vélez es la presidenta. “El ser federativo es bien importante porque estás dentro de una organización que te representa. Emely me ayudó mucho para que constituyera la federación, con los reglamentos, a entender el paralimpismo, a combinar la fase de mamá con la deportiva y a ser justa con lo que estoy haciendo”, dice Vélez, quien también es dueña de un restaurante.
En la actualidad, cuentan con una matrícula de cuatro paratletas activos y dos en vías a clasificarse. “Estamos en pañales. Necesitamos que se alleguen más paradeportistas y atraer féminas”, dice Vélez. “La federación surge para que otros como Jeriel puedan competir”. Vélez procura armonizar su faceta como presidenta, empresaria y madre con hallar tiempo para leer y compartir con los suyos.
Además de desarrollar a sus paradeportistas, una meta de Vélez es que la federación pueda evaluar y clasificar tenimesistas paralímpicos por primera vez en Puerto Rico. Para esto, cuentan con el Dr. Gabriel René Santiago, vicepresidente de la federación. “Una vez él termine su preparación como médico y tome los cursos que requiere el Comité Paralímpico Internacional, podrá ejercer como clasificador acreditado en Puerto Rico. Esto agilizará el proceso para que nuestros tenimesistas no tengan que viajar para obtener su clasificación y ayudará al crecimiento de la federación”, dice Vélez.
Para el Dr. Germán Pérez, presidente del Comité Paralímpico de Puerto Rico, Colón y Vélez llevaron las responsabilidades con sus hijos a otro nivel. “Su aporte ha sido muy grande, brindándoles oportunidades a otros atletas y haciendo crecer este movimiento”, dice.
El trabajo de estas madres ha surtido su efecto. Parte del resultado de su esfuerzo está en que sus hijos alcanzaron el nivel para ser parte de la delegación de Puerto Rico que participó de los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023 en Chile en noviembre, y que se llevaron a cabo junto a los Juegos Panamericanos. A ambas les ilusiona ver crecer el movimiento paralímpico puertorriqueño y que más paradeportistas locales puedan ganar medallas en eventos mundiales.
Yasmín Porrata Morán es reportera asociada de Global Press Journal con base en Puerto Rico.